¿Alguna vez se han imaginado cuánta soledad puede existir en un pasillo escolar?
¿Cuánto silencio puede haber en un mar de gente?
Odio sentirme así, vacía, sola en medio de tantas miradas, de tantas almas, de tantas personas...
(Además) Te extrañé, te extraño, te extrañaré... Odio pensar que en cualquier momento te voy a encontrar en las escaleras o en el pasillo principal... Lo odio porque sé que ya no estarás más, nunca más.
He engordado... he engordado bastante, tanto, que me da pena ponerlo en el marcador del peso.
¿En qué momento? ¿En qué momento perdí el control? ¿cuándo volví a tragar esa basura?
¿No es absurdo sentirse deprimido, después comer para llenar este vacío y volver a deprimirse por la subida de peso?
ME ODIO TREMENDO.
Hace mucho que no entraba al blogger, espero que estén muy bien, he decidido regresar y pasar a saludarlas, NECESITO PERDER LOS KILOS SUBIDOS, ME SIENTO BIEN MAL, EN SERIO.
Han regresado los 'comentarios negativos' de las otras personas: regresé a hacer ejercicio y la 'entrenadora' (que es una señora, digamos, gorda) me dijo -como que te veo más...- y al mismo tiempo, con su expresión corporal, hizo señas de 'gorda', 'como que te veo más gorda' fue lo que dijo.
Toma las cosas de quien viene.
Además de haber ganado peso, gané soledad. El último chico con el que salí no quiere verme más. Lo decepcioné, me decepcioné. Lo arruiné. Sólo me quedan los pocos recuerdos junto a él: los besos, las risas, las comidas (me choca comer sin preocuparme cuando me siento 'feliz' a lado de alguien), los abrazos, los chistes malos...
sola y con mi gordura... ¿qué voy a hacer?
"Yo sé que es difícil, pero quiero que sepas que lo hago por tu bien. A los gordos no los quiere nadie. Cuando seas grande quieres casarte, ¿verdad? y tener un novio guapo que te quiera mucho y una casa linda... échale ganas..."